¿Sabías que a lo largo del día adoptamos al menos diez posturas que afectan a nuestra salud corporal?
En nuestro día a día, optamos de forma inconsciente posturas que nos resultan cómodas, pero que poco a poco dañan nuestra salud. De ahí que debamos hacer un esfuerzo por vencer esos hábitos adquiridos e incorporar la higiene postural a otros aspectos saludables como son la buena alimentación, hacer ejercicio regularmente y dormir adecuadamente.
Síndrome de la cartera
El elevado uso de tarjetas hace que llevemos carteras abultadas que pueden provocar dolor lumbar. La solución es muy sencilla: sacar del bolsillo la cartera mientras estamos sentados.
Colocar el brazo izquierdo sobre la ventanilla
Esta mala costumbre que, además, conlleva riesgos al conducir, crea una postura anómala al colocar el brazo demasiado alto.
Sentarse en el borde de la silla
Esta mala práctica puede originar lumbalgias que se solucionan apoyando la espalda en el respaldo.
Regulación incorrecta de la silla de trabajo
Los pies deben apoyarse completamente en el suelo y que rodillas y caderas formen un ángulo de 90 grados.
Levantamiento de cargas
La práctica general es recoger las cosas del suelo flexionado el tronco, lo que puede provocar dolencia de espalda de diferente gravedad. La opción correcta es flexionar las rodillas y bajar y subir el cuerpo con la espalda recta.
Transporte de cargas
Siempre que traslademos elementos pesados hay que aproximarlos lo más posible el eje del cuerpo y repartir el peso facilitando el equilibrio corporal.
Uso de bolsos o mochilas
Es habitual ver mujeres con pesados bolsos o estudiantes con mochilas colgando de un solo hombro, lo que altera la postura al caminar al intentar compensar de manera forzada ese sobrepeso. Además de reducir en la medida de lo posible la carga, es importante utilizar bolsos o mochilas que repartan el peso de forma equilibrada.
Pantalla del ordenador situada a un lado
La pantalla del ordenador debe estar de frente (evitamos mantener la cabeza girada), y ligeramente por debajo de la línea de los ojos (mantenemos una inclinación saludable del cuello).
Dormir boca abajo y con la cabeza ladeada
Es posiblemente uno de los hábitos más difíciles de cambiar ya que dormidos no somos conscientes de la postura que adoptamos, pero debemos evitarla ya que provoca tensión en el cuello y dificultades respiratorias al comprimir el tórax.
Cruzar las piernas
Es una de las malas posturas más comunes y produce dolores musculares al intentar el cuerpo recuperar su alineación natural. Lo ideal, sentarse con la espalda apoyada, los pies en el suelo y rodillas-caderas formando un ángulo de 90 grados.
¿Tú qué malas posturas adoptas durante el día? ¿Han empezado a provocar molestias? En Clínica Galenus, contamos con tratamientos especialesque pueden mejorar tu calidad de vida.